martes, 14 de enero de 2014

Real...

Desde que encontró la cartera en el suelo en mitad de la calle empezó a preocuparse. Repleta de dinero, tarjetas de crédito, documentación... Pobre, pensó. Buscó en Internet, en todas las redes sociales, durante toda la tarde. Nada. Sólo su nombre y su empresa. Siguió buscando... Estará tan preocupado! Según pensaba en el malestar de él, su desasosiego aumentaba. Habrá anulado todas las tarjetas, se habrá vuelto loco... Pobre hombre, se volvió a decir con pesadumbre, sólo me queda esperar a mañana y llamar a su trabajo... Al día siguiente, a las 8 en punto de la mañana, con inquietud, hizo la llamada. No sabía que había perdido la cartera. No la había necesitado. Se enteraba en ese momento.



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